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Por Rolando Gallego

Hasta el fin del mundo, que llega hoy a los cines, es la segunda película como director de Viggo Mortensen, protagonizada por Vicky Krieps, Solly McLeod, Danny Hustos, y el propio Mortensen, y que cuenta la historia de amor de dos personas que deberán atravesar una infinidad de situaciones para poder estar juntos. Con él hablamos en exclusiva para conocer detalles del relato.

-Para vos, ¿qué significa el western o las películas del oeste? ¿Qué recuerdos tenés por ahí de la primera vez que viste un western?

-Los primeros westerns que recuerdo haber visto los vi en Argentina porque viví ahí, supongo que habrá sido con 3 o 4 años, por ahí en la tele en ese entonces había varias series de televisión, series norteamericanas que creo que estaban dobladas a castellano, El hombre del rifle, Rawhide, no sé cómo se llamaban en castellano ahora pero estas series de comienzos hasta mediados, digamos de los 60, por ahí habían muchas series de historias de vaqueros, de westerns y también se mostraba, sobre todo los fines de semana como recuerdo en la tele, todo esto en tele blanco y negro, se mostraban viejos westerns en la tele argentina en ese entonces también, era bastante popular mundialmente y todavía era como el final de la época dorada del western, digamos comienzos de los 60 pero de vez en cuando podías ir al cine también y ver algún western. Cuando era muy chiquito al mismo tiempo yo empezaba a montar a caballo también con 3 años, 4 años por ahí y entonces me gustaba ese mundo, el mundo de los caballos y yo de pibe miraba estas historias, estas series y ya sabiendo a montar me daba cuenta enseguida, no lo pensaba, ahora lo pienso o sea cuando tenía que hacer un western estaba buscando actores que podía montar o que tenía que aprender a, bueno a semejarse a gente que se había criado a caballo digamos porque en ese entonces era el transporte normal pero yo veía incluso entonces que de vez en cuando había un actor que no montaba muy bien que solo ves cómo se acerca el caballo, como se sube, como se baja no solamente el trote, la lupa y todo eso pero no, me interesaban los paisajes que no eran exactamente como La Pampa argentina o el Chaco argentino, pero había algo parecido a las praderas y estas cosas y bueno los caballos, caballos son caballos, no importa en qué país los veas pero la forma de montar, la silla de montar era un poco diferente a lo que había en Argentina pero bueno me interesaba todo eso. Entonces me crié como casi todos los chicos de mi generación, chicas también viendo eso, porque es lo que mostraba en la tele mucho y los dibujos animados, eso pero a mí lo que más me gustaban eran los dibujos animados, los westerns, luego Batman y cosas así.

-Y acá estamos tiempo después con una película que uno disfruta sobre todo por el tiempo que se toma para construir estos personajes de acuerdo a la mirada de cada uno, en la película estás frente a cámara, estás detrás de cámara, la escribiste, compusiste la banda sonora un trabajo total para contar esta historia de resiliencia, de fuerza, de amor, de pasión ¿cuál fue el disparador que te llevó también a poner a Vivian como el punto de vista más fuerte del relato?

-Yo no iba a actuar en la película pero pasó que para conseguir la financiación tuve que encontrar los dos personajes principales, primero el personaje de Vivian y el de Holger y había encontrado a dos actores, uno era Vicky y por suerte dijo que sí porque me pareció una apuesta muy buena, después de ver El hilo invisible de Paul Thomas Anderson, me recordaba a las primeras veces que había visto hace muchos años a Meryl Streep, tenía esa fuerza interior, esa expresividad, esa habilidad de transmitir muchísimo incluso sin palabras en los silencios, esta sería perfecta y además habla francés así que eso ayuda y teníamos otro actor que habían dicho los productores que sí, bueno ponemos la plata para esos dos y estuvo con nosotros muchos meses y después no mucho antes de tener que irme a México ya tenía el equipo, el resto de los actores, había localizado, había encontrado sitios que queríamos rodar decidí hacer otra cosa,  y recibí un mensaje a través de su representante que no la iba a hacer, la nuestra, y traté de reemplazarlo con un actor semejante o sea suficientemente conocido, de la misma edad, mismo tipo de actor, intenté con tres tipos que eran aceptables para los financieros pero no estaban disponibles y al final me dijo la productora mexicana podes esperar hasta el año que viene y no quise esperar porque en el cine es muy impredecible, se puede ir la plata enseguida y bueno vas a juntar ese equipo y esos otros actores, y dije vamos para adelante, lo hago yo si le parece bien a Vicky, si les parece bien a ustedes, y dijeron que sí, y le parecía bien que iba a tener más años e iba a ser diferente, entonces fui a lo fácil, lo hice danés porque hablo el idioma, conozco la cultura danesa, la historia de Dinamarca, y bueno vino a ser eso la primera imagen que me vino al escribir, este guión lo escribí en 2020 durante el encierro de la pandemia, durante la parte más dura que estaba escribiendo y leyendo mucho y fue una imagen de mi madre cuando era niña en un bosque de arces y robles ahí es donde vino ella del nordeste de Estados Unidos pegado a la frontera canadiense y era, por supuesto no la vi de niña, pero los libros que ella tenía de niña y lo que me contó de su infancia, y ella también terminó su vida viviendo cerca de ese bosque entonces encontré al otro lado de la frontera donde rodamos esas secuencias en Ontario, en Canadá, encontré una colina, un bosque muy parecido los mismos árboles, y ahí rodamos, y la imagen era de esta niña con una potente imaginación un poco traviesa, muy suya, y pensé, bueno, ¿quién va a ser esta niña? una mujer independiente, con fuerza interior, y pensé que sería más difícil para ella ser como es si la pongo en el siglo XIX, en el oeste, en una región donde no había leyes en realidad el mundo estaba dominado por pocos hombres poderosos, corruptos, violentos pensé, ahí va a ser más difícil para ser viviente, y entonces me di cuenta bueno, esto va a ser un western, me gustan los westerns, me crié con ellos y pensé, bueno, esto va a ser interesante, y estudié un montón la época mirando fotos, mirando los primeros westerns, cine mudo, con gente que estaba en esas películas que es gente que vivió algunas de las cosas que describen esas películas, o que eran hijos de gente que había vivido esas experiencias entonces, los detalles, las calles, la forma de montar, de caminar, hice un estudio profundo, muy divertido, mirando muchos westerns, compartiendo escenas y películas enteras con el equipo de producción el diseño de la película, el vestuario, la construcción del pueblo y también con los actores.

-¿Tenés ganas de volver a trabajar en Argentina? ¿Rodar una película tuya, o actuar?¿Te siguen llegando ofertas para venir y volver?

No me llega mucho, pero de vez en cuando, escribí una historia que se podría rodar ahí que es sobre un personaje, una persona en Buenos Aires y es algo, es una posibilidad, pero siempre es complicado juntar la plata para poder, aunque sea chiquita la película, no sé, tenés que convencer a la gente, y yo pensé, bueno, he rodado dos, he mostrado que más o menos puedo dirigir, pero aún así, ahora estamos en un momento en la historia del cine que es bastante más difícil de lo que yo he vivido en mi carrera financiar el cine independiente y sé que en Argentina está la cosa incluso más difícil que nunca para los que quieren hacer cine independiente, los apoyos no están ahí como antes y sí, me gustaría, pero nunca se sabe, tiene que ser una historia que me guste que pienso que puedo hacer algo, que puedo contribuir algo bueno que soy el actor adecuado, y la historia mía, no sé, algún día si tengo suerte, a lo mejor la puedo rodar u otra cosa.

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