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Por Rolando Gallego

Hoy llega a los cines de Argentina la esperada Anora, de Sean Baker, la cruza perfecta entre Cenicienta y Mujer Bonita, que cuenta la historia de una stripper (Mikey Madison) que se casa con un joven multimillonario ruso (Mark Eydelshteyn), y termina convirtiendo un relato que podría ser de amor en un thriller sin concesiones. En exclusiva hablamos con Baker para saber detalles de esta película.

-Todo el mundo dice que sos el verdadero último cineasta independiente. ¿Qué opinas al respecto?

-Bueno, conozco a otros cineastas independientes, así que no estoy de acuerdo. Pero sé que los hay, que cada día somos más raros. Y creo que eso es un poco preocupante para mí. Porque estamos perdiendo algunos cineastas independientes a las series y franquicias. Y echo de menos los largometrajes que nunca harán ahora. Creo que el cine independiente es la única forma de ver películas como Anora. Porque Anora nunca podría pasar por el proceso corporativo. Pensá en ello. Mi guión tendría una tonelada de notas del estudio. Me dirían que cambiara el final. Creo que la única forma de hacer películas así es por la vía independiente. Así que espero que los cineastas independientes digan: si quiero que se escuche mi voz, si quiero una visión única e impoluta, voy a tener que hacerlo de forma independiente.

-¿Y cuán difícil es para vos intentar seguir haciendo este tipo de películas?

-Bueno, para mí, sinceramente, cada vez es más fácil gracias al éxito y la Palma de Oro realmente me ha ayudado a mantenerme en mi carril y no dejarme seducir. Así que se ha vuelto más fácil para mí. Pero sé que en realidad es bastante complicado. Soy muy afortunado. Tengo mucha suerte porque conozco a muchos cineastas independientes que tienen una sensibilidad increíble, y a veces sensibilidades que no son muy comunes y les resulta muy difícil hacer lo que quieren hacer. Están siendo forzados ante todo. Lo primero que piensan es ¿a quién voy a contratar? Y a veces les resulta muy difícil encontrar talentos de primera fila porque es la única manera de conseguir financiación para sus películas. Es bastante difícil. Pero para responder a tu pregunta, estoy en un buen lugar, gracias a Dios.

-Ya habías retratado el negocio del sexo en Red Rocket. Y ahora en Anora, cambias el punto de vista. ¿Cómo crees que hemos evolucionado de contar este tipo de historias? En los 90, tuvimos a Mujer Bonita y ahora tenemos Anora…

-Creo que Mujer Bonita fue una gran película de estudio dirigida por Gary Marshall, y su intención era llegar al mayor número de gente posible. Vamos a golpear la corriente principal. Hagamos un éxito de taquilla. Esa no fue mi intención con esta película. Creo que ha sido agradable que con el amor universal que ha llegado a ella. Pero creo que es un enfoque diferente. Es un enfoque más realista. Creo que a lo largo de la historia del cine ha habido películas que lo han abordado de forma similar. Más fundamentadas, más realistas, quizás no tan fantásticas. Porque en muchos sentidos, Mujer Bonita es una fantasía que se desarrolla de principio a fin como una fantasía. Yo tengo mi primera hora como una fantasía, y luego voy allevar a nuestro público a una realidad más aterrizada después de eso. Así que, sí, creo que nos estamos acercando a nuestros personajes de una manera diferente en estos días, al menos hay un deseo de ser más personajes de carne y hueso y tridimensionales. Y creo que eso viene mucho de las series, tengo que decirte. Creo que es el público que pasa más tiempo con los personajes. Si pasas ocho años con Tony Soprano, lo conoces, pero estoy haciendo largometrajes que esencialmente tienen que tener a mi público unido a estas personas dentro de la duración de un largometraje. Se trata de pasar el mayor tiempo posible con esa persona y sentir que es un ser humano real. Creo que esa es la diferencia, sinceramente, entre algo como Anora y Mujer Bonita.

-Hay algo en los personajes marginales que siempre te atrae y me gustaría saber ¿por qué?

-Creo que mirando hacia atrás en mis ocho películas, siete de mis ocho películas tratan de eso. Y creo que en realidad es sólo mi deseo de ver, de aprender más sobre, comunidades y subculturas que no siento que estén muy representadas en el cine y la televisión o que están representadas de una manera que creo que es un poco irrespetuosa, más que un poco irrespetuosa. Así que creo que ese es realmente m enfoque al respecto. Me atrae la gente que tiene que esforzarse para salir adelante, que no tiene fácil acceso al sueño americano. Creo que es algo que me gusta ver y algo que me gusta explorar.

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