Por Rolando Gallego
Desde hoy, y con funciones de viernes a domingos en el Teatro Apolo (CABA), Miguel Ángel Solá y Maxi de la Cruz harán Mi querido presidente, con dirección de Max Otranto y producción de RGB Entertainment. La obra cuenta la relación instantánea entre un presidente y un psiquiatra que intentarán solucionar una picazón muy particular del primero. Hablamos con Solá y de la Cruz para conocer detalles de la propuesta.
-Cuéntenme un poco del reencuentro…
-Miguel Ángel Solá: Lo vi, tuve ganas de abrazarlo y lo abracé.
-Maxi de la Cruz: Nos abrazamos, igual quedamos en contacto todos esos meses por mensaje.
-MAS: Pero el otro día incluso hicimos un zoom, y bastante recordamos la obra.
-MDLC: Bastante bien, pero fue así, mirá que, al estar él en Madrid, para el debut, digamos, oficial que fue en Punta del Este, tuvimos 20 días encerrados trabajando la obra, que es una obra que lleva más de 20 días para ensayar en realidad. Pero bueno, ya la teníamos estudiada individualmente y fue juntarnos, y fue la magia esa que tiene esto, no sé, o las ganas, en mi caso, las ganas que yo tenía de trabajar con él y el susto también, que en esos 20 días fue como así, muy fuerte.
-MAS: Sí, fue impresionante. Y salió la obra. Podríamos haber estado bastante justos, pero llegamos.
-Debe haber sido un encuentro lindo, porque es la primera vez que trabajaban juntos y es una obra en la cual están todo el tiempo en escena.
-MDLC: Todo el tiempo. Arrancamos, entramos cada uno con una puerta, digamos, y no nos vamos del escenario hasta el final, lo cual agradezco yo, porque me encanta. Pensar de tener que salir y dejar de actuar al lado de él sería una lástima para mí. Así que fue un reencuentro esperado.
-MAS: Como la despedida.
-MDLC: Sí, tal cual, también.
-¿No sabían que iba a suceder esta temporada en ese momento que se despidieron?
-MAS: Sí
-MDLC: Se estaba hablando, estaba en el aire. Fue un abrazo con esperanza de volver a encontrarnos. Y la verdad que estamos muy contentos. Es una obra muy…
-MAS: Cariñosa.
-MDLC: Es cariñosa con la gente. Y sobre todo, que es una comedia, pero es una comedia que la gente se ríe y la pasa muy bien y nosotros nos reímos y la pasamos bien. Pero está tan bien escrita que uno no necesita nada. Era trabajarla mucho nosotros, que la gente entre en código de comienzo, porque tiene un comienzo medio extraño, o no. Nos han dicho, a principios nos decían, hemos tenido gente que nos comentaba, un día un taxista, había llegado una pareja, terminó la función y se iban. Y el taxista después era uno de los que nos llevaba a nosotros. Y nos chumea, nos dice, el otro día llegó una pareja y el señor se subieron y hablando de la obra y le decía, no, yo cuando empezó dije, ¿qué vinimos a ver esto? ¿Por qué esto? Y después terminé de pie aplaudiéndolos y me reí mucho y la pasé muy bien. Y eso creo que como resume un poco lo que es la obra, y lo que pasa.
-MAS: Al principio es raro, no sabés por dónde viene.
-MDLC: Algo pasa, pero no sabes qué, incomodidad, no sabes si me río o no me río en esta parte. ¿De dónde viene? Y después nos divertimos mucho.
-MAS: Y la gente es impresionante. Allá en Junta del Este fue impresionante. Siempre estaba lleno de gente. Y les pasaba, terminabas la obra y les veías la sonrisa en la cara y decías, ¡qué lindo! Porque es una obra donde también se carcajea uno, se ríe por un chiste que parece que va a ser subido y que después va a ser subido, pero nadie tiene miedo de eso. Entonces se ve que hay algo en la obra que les gusta, que es la delicadeza con la que la obra transita cada uno de los temas que va tocando. Es muy bonito eso.
-MDLC: Y a su vez también toca fibras. Que también al presidente lo abre y lo invita a jugar fuera de su cancha, de visitante. Está en su despacho y así todo lo saca del pedestal del presidente recién electo y lo invita a jugar y a rascar un poco a ver qué pasa ahí. ¿Por qué? Porque no es sólo la molestia que tiene él en su nariz, sino algo más pasa por ahí. Y lo logra rascar y lo logra encontrar. Y es eso donde la gente también va encontrando eso y muchas veces encuentra en el espectador cosas propias porque nos han dicho, la gente nos ha parado y nos han dicho eso. Me pasó lo mismo también, yo también, mis padres vivían en el campo y bueno, está buenísimo cuando pasa eso es como una tarea cumplida. Y al revés también, el psiquiatra, por más que sea uno de los mejores, y él lo dice porque sabe que es uno de los mejores, lo rasca un poco el presidente y encuentra algunas cosas interesantes por ahí.
-Al presidente le pasa esto, que tiene esta situación con la nariz y tiene ese tiempo. ¿Les pasó algo una vez antes de salir a escena o en alguno filmando algo que, uy, me pasó algo?
-MAS: Pis, la verdad. No hice pis y te viene una hora y media de locura y decís, no hice pis.
-MDLC: Es verdad, sí, tal cual. A mí me pasa también en teatro, me pasa que me tenía que meter como en un reloj así de pared y me metía, y era meterme ahí y me daban unas ganas terribles. Ya sabía que pasaba eso. Y salía, seguía actuando después y ya se me iban ahí.
-MAS: Y lo bonito es que el tipo confía y empieza a hablar, primero se resiste, se resiste, se resiste, porque además él está trabajando, él no está conectado, a él lo están llamando cada dos segundos de todos lados. Y a éste le dice, corte el teléfono, y dice, déjese joder, corte ese teléfono, apáguelo, modo avión, no, apáguelo, suena otro teléfono. Joder, señor, yo voy a trabajar. No, estoy trabajando, yo también estoy trabajando. Es todo un inconveniente tras otro inconveniente, hasta que se van entendiendo, pero se van a entender de la manera más absurda que te puedas imaginar. Y termina haciendo una serie de cosas que decís, ¿qué es esto?, es delirio, pero a ver, ¿qué me haces esto?, es una pelotudez todo esto. ¿Sí? A mí me falta virilidad. Es una locura, la verdad. La obra es muy linda, muy bonita de disfrutar. Es muy lindo el efecto que causa el espectador y lo que te devuelve el espectador para que vos sigas jugando.
-¿Expectativas? Empezar el año con teatro, volver al teatro…
-MDLC: Viste que el teatro no se puede proyectar mucho. La idea sigue de ser tres meses de la temporada aquí en Buenos Aires y bueno, y ver qué pasa. Pero yo, te lo digo, en lo personal, voy a disfrutar día a día al máximo. Voy contando así, se termina un día, ay no, qué lástima. Disfrutando al máximo de cada función.
-MAS: Paso a paso, partido a partido. Pero es que además, porque además vos sabés que al día siguiente va a suceder otra cosa. Y eso es lo hermoso. Y la gente va a aparecer, disfrutar de la misma manera, pero te va a llevar por otros caminos. Y son esas cosas que nadie entiende del teatro hasta que se produce el verdadero teatro, que es cuando está el público. Porque todo lo demás es especulación. Aquí se van a reír, aquí van a hacer esto, aquí van a hacer otro, y en la mayor parte de las cosas te vas dando cuenta. Esa intuición es la que me hizo hacer a mí el actor que soy y lo hizo hacer a Max el actor que es. Entonces, hay un lugar que no vale, pero de repente el público es el que te da la sorpresa. Y el teatro es eso, curiosidad y sorpresa, constantemente. El público te da la sorpresa y vos ya tenés la obligación de retribuir al público con la sorpresa. ¿No hay manera?