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Por Rolando Gallego

La realizadora Khristine Gillard presentó en el 10 FIDBA (Festival Internacional de cinde Documental de Buenos Aires) Las y los Minuscules, que muestra la lucha cívica, iniciada por el movimiento campesino, en Nicaragua. Con ella hablamos en exclusiva para saber más detalles de su película.

-¿Cómo surgio la idea de la película?

-Hice una primera película antes en Nicaragua, con una comunidad campesina que vive en las faldas de un volcán en la isla de Ometepe. En 2013, el gobierno nicaragüense firmó una concesión con un promotor chino para construir un Gran Canal Interoceánico que cortaría el país por la mitad y destruiría todo a su paso, reservas de agua dulce, tierras cultivadas, tierras indígenas, bosques y pasaría al pie del volcán activo, donde habíamos filmado unos años antes. Con ese proyecto, firmaba la expropiación de 350.000 campesinos que viven y cultivan estas tierras. Soy de Bélgica y la prensa internacional estaba diciendo muy poco. Sin embargo, sería un reto de ingeniería monumental, con enormes consecuencias geopolíticas, sociales y medioambientales. El movimiento campesino se organizó y entro en lucha contra este mega-proyecto. La película les acompaña desde el inicio de esta lucha y sigue su evolución, así que traje las primeras imágenes y sonidos de la película en 2014, sin sospechar que tomaría proporciones tan enormes, al nivel nacional.

– ¿Qué cambio de la idea a ir a rodar finalmente al lugar?

-Volví varias veces para seguir con las investigaciones y los encuentros y hasta el fin de marzo de 2018, filmamos el primer capítulo «Al borde de la trinchera» con las y los habitantes de la ruta canalera. Cuando salí de la comunidad campesina en marzo de 2018, me dijeron: «La gente debería no tener miedo más y debería salir de su casa y decir no. Si todo el mundo se mueve, tal vez podamos cambiar el curso de las cosas.» Y en abril de 2018, ante múltiples abusos del poder y la violente represión de las manifestaciones estudiantiles que denunciaban un desastre ecológico (el incendio descontrolado del bosque Indio Maíz) y una dura reforma de la seguridad social, exploto la rebelión cívica. El pueblo nicaragüense autoconvocado salió a las calles para exigir la salida de la pareja gobernante, una democracia inclusiva, justicia social y libertad de expresión. Los estudiantes ocuparon las universidades, el 70% del país estaba bloqueado por barricadas. Los diferentes movimientos sociales confluyeron: las y los campesinos, el movimiento estudiantil, ambientalistas, el movimiento feminista, la comunidad LGBTQ+. La represión fue terrible. Más de 350 muertes en pocas semanas. Seguimos filmando y entonces la película sigue la evolución de esta lucha, desde el borde de la trinchera del canal hasta el corazón de la rebelión de 2018 y, por fin, cuando sigue la lucha desde el exilio.

-¿Cómo crees que la película ayuda a la visibilización de la problemática?

-Esta rebelión también ha permitido a las generaciones más jóvenes cuestionar el pasado, revisitar su historia propia, involucrarse en sus ideales y pensar en las maneras en que se pueden cambiar las cosas. Y estas reflexiones no son exclusivas de Nicaragua, son interesantes y enriquecedoras para compartir con otros pueblos latinoamericanos y del mundo. Yo no soy periodista. Pero creo que entendemos muchas cosas, que podemos sentirnos cerca de una historia que no es necesariamente la nuestra, gracias al espacio que ofrece el cine y entonces por medios diferentes a la pura descripción de los hechos. Entonces lo que propone la película es sentarse con la gente y escucharles, como ellos se escuchan entre ellos, siguiendo el camino de sus pensamientos y de sus compromisos. Espero que la película pueda contribuir a crear espacios de encuentro, a desmontar la propaganda de la dictadura y los prejuicios, y a llamar la atención sobre lo que sigue ocurriendo en Nicaragua ahora mismo, la represión, las violaciones de los derechos humanos, la privación de libertad de expresión, la tortura de las y los presos políticos.

– ¿Sensaciones de participar en el 10 FIDBA?

-Es importante que esta película tenga un lugar en las pantallas de cine y en festivales internacionales, y me alegra que pueda encontrarse con el público de Argentina. Ya se encuentra una linda solidaridad aquí con el pueblo de Nicaragua, sabiendo que hay una comunidad nicaragüense exiliada aquí desde los eventos de 2018. También aprovechamos de mi presencia en Bs As para organizar otros encuentros y foros para que la historia sigue contándose.

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