
Por Rolando Gallego

Perdida Mente, la exitosa propuesta creada por José María Muscari, cumplió 3 años en escena en medio de una gira nacional y todo su elenco, celebró el suceso y anunciaron la vuelta a la Calle Corrientes para principios de Noviembre. Hablamos en exclusiva con Iliana Calabró, una de sus protagonistas, para conocer más detalles.
-Tres años de la obra y te sumaste a este éxito…
-Nosotras nos sumamos a esta segunda etapa que ya es larga, feliz, porque la obra no para de crecer, en un punto porque creo que ya era buena de su concepción y bueno la supervivencia al aforo post pandemia, después llegamos nosotras en esta segunda temporada después de Mar del Plata y Buenos Aires, fuimos a Mar del Plata llegamos nosotras con el bagaje capitalizando de todo lo que traía y con la posibilidad que nos dio Muscari de imprimir cada una algo nuevo a lo que quería, lo que traía, lo que quería aportar, todas tenemos una manera de ver los personajes distintas a la del anterior, seguramente si me tocase hacer Isabella sería otra, así que bueno, por eso esto de poder capitalizar el trabajo de las colegas, el poder imprimirle un tono nuevo al que se adaptaron también los dos baluartes de Perdida Mente a la nueva propuesta, de hecho la gente que vio la versión original la volvió a ver y la misma gente que volvió la nuestra versión, por ahí la vuelve a ver porque eso es lo que tiene Perdida Mente va transformando. Vienen con otro grupo, porque por ahí vinieron con un grupo de amigas que traen otro grupo, vienen con la familia y o los mismos conocidos. Algo se modificó y que encuentran nuevas. Y ahora en este recorrido, provincia por provincia, ciudad por ciudad, es maravilloso el cariño que recibimos, y es intenso y duro, porque arrancamos los miércoles, y agradecemos a las divinas de Leonor Benedetto y Ana María Picchio, porque es muy duro, tenés que dormir tres horas, en el micro, bajas, llegas, hay que producirse, armarse y volver a empezar, te encontrás que no sabes dónde está el baño, donde hay un bar, donde hay un kiosco y bueno, esto nos pasa cotidianamente. Hace más de 14 años que hago gira, y es volver a lugares que los encontrás distintos, y están renovados, como en Villa Regina, donde trabaja la cooperadora, trabaja la Municipalidad, y por ahí en otros lugares que te dicen es la primera hace tres años que no venía nadie. Para nosotros es relindo y también adaptarse, charlamos con la gente del lugar para que se sientan identificados, porque Perdida Mente es una comedia que creo que el éxito es esa identificación, esa empatía que logra con la gente cada uno de los personajes, por similitud o por oposición.
-Empezó el Cantando, y te nombraron mucho como diciendo “Iliana ganó el Cantando”, en tono de burla, pero vos lo ganaste y explotó tu trabajo…
-Yo gané, me lo gané en buena ley, lo vi cuando empezó esta edición, no me divertí, no hubo nadie virtuoso, faltó show, me encantó como lo manejó Florencia Peña, tiene mucha cintura, también recordemos que por ahí es gente nueva que por ahí nunca se presentó ante una cámara, gente que no tiene esa trayectoria que te da la pisada, era distinto, tuve compañeros soñados, era un grupete con gente muy groso.
-¿Si te llaman volverías?
-En un momento Marcelo me escribió para decirme “vení a revalidar el título”. El título me lo gané y es mío, trabajé mucho, lo que sí, soy consciente que después de 18 años que vengo tomando dos veces por semana clase de canto, me faltaba muchísimo como para mandarme, pero si no hubiera mandado no lo hubiera ganado, así que la verdad que para mí fue una bisagra en mi carrera como lo es Perdida Mente, es una obra que desde todo eso que durante tantos años vengo manejando, el humor, la comedia el poder tener un toque más arriba imprimiéndole y pudiendo conmover al público llegando desde otro lugar, rodeada por estas grandes actrices en esto que es la comedia dramática, que si bien la gente se ríe en este momento en ese esa vuelta de rosca contundente que tiene sobre el final, lo fundamental es poder pasar la pelota y que se vuelva con más energía y de eso se trata, así que la verdad