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Por Rolando Gallego

Este jueves llega a los cines Laberintos Personales, dirigida por Alejandra Perdomo, en donde explicita su búsqueda de identidad de largos años. Con ella hablamos para saber más detalles de la propuesta.

¿Cuándo supiste que tu relato lo ibas a compartir en forma de película?

Con «Laberintos Personales» fue prácticamente en paralelo con pensar la presentación junto a Gisela y Silvia, de la Asociación Civil Búsquedas Verdades Infinitas, del amparo colectivo ante la justicia para pedir que nuestras identidades vulneradas comiencen a ser tenidas en cuenta como la violación de un derecho humano. Pensar cómo se iba a desarrollar toda esa decisión tomada con un grupo de buscadorxs, fue también pensar que todo el proceso se tenía que documentar. En 2014 estrené «Nacidos Vivos», que aborda el mismo tema pero desde otro ángulo. Con la idea de visibilizar un tema que me atravesaba, pero del que poco se hablaba. Y en ese momento fue un aprendizaje enorme para mí; porque empecé a recibir relatos, mails, mensajes de todo el mundo. Y sin pretenderlo, me encontré «dando respuestas» sobre los caminos a seguir, por la experiencia y el trabajo de campo que iba haciendo, y al no contar con herramientas que posibilitaran las búsquedas. Pero esta película, 10 años después… si bien recupera algunas de las voces entrevistadas en 2012, nos encuentra a la mayoría de todas y todos en el mismo lugar, pero paradxs de diferente manera. Agotadxs de escuchar promesas por partes del Estado, que nunca se cumplieron.

¿Cómo fue, justamente, encontrarle forma?

La pandemia nos complicaba el rodaje y el poder juntarnos de manera presencial, con el equipo técnico, y con las y los entrevistadxs.  Pero cuando nos fuimos reacomodando a esta nueva realidad post-covid, pudimos salir a filmar al interior del país. La idea era que los relatos, y este espíritu colectivo de la lucha por el derecho a la identidad, tuviera diversidad de lugares, de maneras de hablar, de edades y contextos. Con la mayoría nos conocimos por zoom, por redes y eso también tenía que estar en el relato. Y después la realidad que nos iba sucediendo a lo largo del proceso judicial. Todo eso tenía que estar en el documental, sobre todo el paso del tiempo… que inexorablemente sigue corriendo.

¿Los protagonistas de la película aceptaron rápidamente compartir su relato?

Con las protagonistas que me conocen desde el año 2010, cuando comencé mi investigación para «Nacidos Vivos», tenemos una relación muy estrecha; no solo por la película, sino personal y de mucha confianza. Y las nuevas voces que se incorporaron ahora, dijeron que sí, algunas más rápido que otras, porque esta vez decidí que debían formar parte buscadorxs más anónimos, es decir, que no tuvieran mucha exposición. Yo sentía que era importante que se incorporaran nuevas historias no tan visibilizadas dentro del círculo de lxs buscadores. Hay muchos grupos en todo el país, y yo quería en esa ocasión participen personas de bajo perfil, pero con historias muy potentes. Y otra cosa que me parece importante decir, es que más allá de ser la directora del documental, soy una buscadora más. Yo creo que eso hace más fácil para todxs aceptar mi propuesta.

¿Qué fue lo más dificil para vos al desarrollar la película? 

Difícil para mí fue plantearme una película diferente a «Nacidos Vivos, que después de casi 10 años, se sigue viendo, y me siguen pidiendo el link que está en mi canal de You Tube, y en CineAR Play. Y eso lo pensamos desde la realización, el montaje,  pero la decisión más heavy para mí fue dejarme convencer por mi equipo técnico de que yo debía formar parte del relato.  No quería que la película sonara auto-referencial… y después me empecé a dar cuenta que debía salir de la comodidad de estar del otro lado de la cámara, entrevistando, para empezar a hablar de mi propia historia. Y eso fue todo un proceso…en lo personal. Pero también pensé que yo formo parte activa de la lucha colectiva, y debía dejarlo claro.

¿Expectativas con el estreno?

Expectativas muchas.  Ya tuvimos nuestra premiere en el FICIP, con las y los protagonistas y público. Y fue muy bueno; en primer lugar que lxs protagonistxs se sintieron cómodxs y respetadxs con sus historias, y después palpar la emoción de la gente, que está empezando a entender sobre lo complejo que es la vulneración de tu historia, y desconocer tu origen. Faltan pocas horas para el estreno, y los grupos de whatsapp de lxs buscadorxs explotan de mensajes cariñosos, ansiedad, buena vibra, y sobre todo estar logrando que nos den cobertura y difusión en los medios. La película es un disparador, una excusa para que hable del tema, y se deje de naturalizar el tráfico de bebes en Argentina. Tenemos que hacernos escuchar en la justicia, y considero que el cine documental es una gran herramienta. Estamos esperando una próxima audiencia en los tribunales, y estamos convencidxs que esta película sumará su granito de arena.

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