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Por Rolando Gallego

Mientras en teatro sigue con la hermosa “Late el corazón de un perro” y espera su participación en “Maradona” la serie sobre el futbolista de Amazon, estrena “Los Adoptantes”, nueva película de Daniel Gimelberg en la que interpreta a Martín, un exitoso conductor televisivo, y comparte protagónico con Rafael Spregelburd.

“Los Adoptantes” es una historia que avanza sobre su narración sin prejuicios y LUDICO dialogó en exclusiva con el actor antes del estreno de la película para conocer más detalles de su participación.

Te llega el guión y ¿qué fue lo primero que pensaste en relación a la representación de la comunidad gay en la película y tu personaje?

En un principio iba a hacer el personaje que hizo Agustin Radagast, después hubo un movimiento de actores y ahí me tocó Martín, entonces, conocía la historia, pero no la había leído en ese plan, cuando me enteré que iba a protagonizar la volví a leer y me gustó que nunca se abre una ventana sobre una pareja gay, sino que había algo de intención de contar en clave dramedy la historia de una pareja que desea adoptar, y secundariamente son gays. El foco no está en que son un matrimonio gay.

Es la primera vez que el cine nacional avanza así…

Sí, me parecía arriesgado, además no está en un clima turbio, no se cuenta a la pareja gay con cliché, es una comedia, con situaciones de sexo, con humor, nada es tema, todo se cuenta con cotidianeidad y tan coloquial que lo liviano se vuelve profundo, en otras manos podría ser solemne, grasa o turbia, pero acá es profunda.

«Me gustó que nunca se abre una ventana sobre una pareja gay, sino que había algo de intención de contar en clave dramedy la historia de una pareja que desea adoptar, y secundariamente son gays»

¿Cómo fue la conexión con Rafael?

Tuvimos la suerte de trabajar juntos en “Unidad XV”, y nos adoramos, todos, y de golpe que pasemos a ser pareja, con un gran nivel de intimidad, ayudó haber trabajado antes, porque encima, antes de conocerlo, yo pensaba que era un pesado, porque yo soy más liviano para trabajar, me encontré con alguien muy profundo, con data y cultura, pero que además puede manejar liviandad y tontera, fue muy fácil trabajar con él, porque es fácil de desarmar del personaje que tiene, le decís boludo dos veces y se desarma.

¿Buscaste inspiración en conductores para el personaje?

En general no trabajo así, confío más en mi imaginación, y más cuando son tan claras las cosas escritas, me construyo en la mirada del otro, en los compañeros, en el director, ellos me terminan de construir a mí y a la situación, me gustaba que tenga cierto amaneramiento, en contraposición a Leonardo, y Daniel nos dejó jugar mucho, y también nos cuidó, mucho, como en los desnudos, fue un acto de confianza. Creo mucho en la red grupal como en la forma de construcción de personajes que algo más concreto.

«Terminé de grabar Maradona, se estrena en enero por Amazon, me tocó hacer un periodista bastante maradoniano».

Venías de películas cargadas y angustiantes, ¿sirvió esto para relajar?

Sí, y me gusta mucho que se dio una sucesión de personajes muy distintos entre sí, con una impronta distinta a la de “Joel” y “Unidad XV” y de llevar adelante los protagónicos con Rafa algo tan distinto. Los adoptantes fue la película más colorida, y una chica en BAFICI preguntó por qué era independiente si tenía semejante factura, y se explicó que es independiente, más allá de la factura, elenco y producción. Nos enamoramos todos de Los adoptantes, es una película que importa, que llega en un momento buenísimo para visibilizar ciertos temas.

Es que siempre lo gay se asocia a lo sórdido…

Totalmente, me arriesgo a decir que es la primera vez que se cuenta una historia de amor, búsqueda, desencuentros, de volver a encontrarse, de dos flacos, siempre fue de hombre y mujer, eso es importante, y también que el foco no esté ahí.

Además los protagonistas tienen un status social particular, abre el juego a otro panorama…

Y para no mostrar una sola forma, eso fue muy inteligente para mostrar a este mundo y a estos personajes de esta manera. El equipo además tuvo una entrega enorme, los almuerzos eran espectaculares.

¿Expectativas por el estreno?

Me gustaría que la gente se entretenga, hay un prejuicio sobre el cine argentino que se está venciendo, ese cliché que dice que el cine argentino es un embole. Acá pueden empatizar, emocionarse, se vuelve delirante hacia el final, hay un elenco muy bueno, todos prendidos fuegos, yo como espectador soy muy fan y los comentarios en preestrenos fueron muy buenos, positivo, verlo con gente nos dio tranquilidad, porque la comedia es arriesgada, y funciona o no, es un riesgo, porque podés perder la objetividad, como director, por ejemplo, pero si eso se da en sala está bien. A mí me pasa cuando me dicen que les gusta lo que hago, no me imagino haciendo otra cosa, estudié y empecé de muy chico y cuando funciona lo que uno hace es una alquimia hermosa.

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