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Por Marcelo Cafferata

Diego Lublinksy, director de “Tres minutos” “Hortensia” y “Amor Urgente” salta de la ficción al mundo del documental con una gran carga biográfica  en su nueva realización “ME BUSCO LEJOS”. Filmada en un punto de inflexión en su vida, la película es el reflejo de un momento trascendental en donde, tal como describe al inicio del filme, el realizador dice “hice una película, tuve una hija y perdí a un hermano”.

El relato de Lublinsky, quien a su vez se hace cargo de llevar el pulso narrativo con su propia voz en off, se fragmentará justamente en estas tres partes en las que él mismo se refleja en esa sensación de sentirse segmentado. Si bien esto permite al mismo tiempo abordar diferentes temáticas y conducirse libremente por cualquiera de estos tres caminos que plantea –el cine, la paternidad y los lazos fraternales-, también le hace perder fuerza al no poder encontrar un verdadero eje para alguno de ellos.

De las tres “secciones”, la más movilizadora de “ME BUSCO LEJOS” es precisamente la del desgranamiento que se produce ante la muerte de un hermano. No solamente porque irremediablemente se rearma el esquema familiar,  sino porque este hecho impacta directamente en Diego que siente la falta de esa otra mitad que lo acompañaba en las filmaciones y que da inicio a una desintegración de la identidad familiar que se produce frente a una pérdida tan importante. Pero obviamente, no es éste el único punto sobre el que trata su documental sino que es uno de los tantos factores por los que el protagonista / director / autor se invita a reflexionar y a ir volcándolo en su trabajo.

Vinculado con esta pérdida, buena parte del documental está dedicado a Graziele, su cuñada residente en Brasil, quien debe mudarse a Buenos Aires y termina siendo una pieza central dentro del filme. Precisamente en este tramo, cuando Lublisnky deja de ser el eje narrativo desde donde gire su propia película y abre la mirada sobre Graziele, la historia se desapega y crece tanto por el punto de vista que le imprime el director a este nuevo segmento, como por el gran interés que despierta esta historia dentro de la historia.

“Huyendo” en busca de una nueva familia, por el contexto que se vive en Brasil con la era Bolsonaro, sumado a la falta de una completa aceptación de su elección sexual y su militancia por parte de su familia de origen, Graziele encuentra en ese nuevo amparo –esa misma familia que por un lado se desmiembra y por el otro se fortalece al rediseñarse cuando la aloja-, la libertad de ser ella misma y no vivir marginalmente.

El cine como arma de catarsis, un bálsamo terapéutico para poder volver a encontrar un lugar, para reflexionar, para salir de la añoranza encuentra en “ME BUSCO LEJOS” uno de sus fieles exponentes.

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