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Por Marcelo Cafferata

A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO

de María Elorza

Pasiones

María Elorza, cineasta vasca que ya cuenta con una vasta trayectoria en el terreno de los cortometrajes, ganó con su ópera prima “A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO” el Premio de la Juventud en el 70° Festival de San Sebastián. Y no es para menos, porque con una idea sumamente original, logra un collage en los retratos de mujeres que protagonizan historias vinculadas con los libros, con la literatura y en definitiva con la Historia y con el arte.

El mundo literario dispara pensamientos particularmente sobre las bibliotecas que albergan nuestros libros (arranca contando un particular accidente donde una de las protagonistas cuenta que se fracturó un dedo cuando su biblioteca se le vino literalmente encima) pero también sobre el cine y las películas, la música, la pintura y en general, con la percepción que construimos en nuestro propio mundo interior cuando nos vinculamos con cualquier manifestación artística.

Si bien Elorza pinta los retratos de estas mujeres a través de sus propias voces y sus propias vivencias, no podríamos decir que sólo se trata de cabezas parlantes. Primero porque Elorza las convierte en verdaderas protagonistas de su película y cada una parece contar un cuento diferente que nos transporta a distintos momentos de la historia reciente y a diferentes lugares, y porque además cada testimonio se nutre de experiencias de vida vinculadas con la literatura y se van entremezclando con autores y personajes, sin perder una línea que las va aunando que es la quema de libros y el minuto de silencio que pide la autora por todos aquellos momentos donde se cometieron esas aberraciones.

El relato no solamente es variado en la forma de contar de cada una de ellas con sus personalidades bien marcadas sino en las texturas que va desgranando Elorza para cada uno de los momentos, utilizando diferentes técnicas, diversas herramientas audiovisuales e incluso utilizando imágenes de archivo documental para entremezclar pasado y presente con el objetivo de que estas historias personales logren contar mucho más que una gran historia de vida: han formado parte de un pensamiento colectivo, de una historia con mayúsculas y a través de cada una de ellas se pueden ver claramente las vivencias de toda una época.

Los retratos atrapan por la impronta personal y la fuerza con la que cada una de las protagonistas nos va conduciendo en su relato pero por sobre todo por el humor particular que le imprimen, sin excepción. Todas ellas aportan a esta especie de patchwork que arma Elorza en donde además de atravesar la historia cultural de toda una época se permite empoderar estas mujeres que indudablemente tienen un pensamiento privilegiado. “No me gusta Thomas Mann, me cae mejor Jane Austen porque es una tía moderna como nosotras” confiesa una de las protagonistas, quizás pintándolas de cuerpo entero, mujeres modernas e incluso de avanzada para su/s época/s.

A LOS LIBROS Y A LAS MUJERES CANTO” se construye como relato plural que juega con ficción y documental y que reúne las voces de algunas mujeres que, entre tantas otras cosas, tienen como bandera al amor como interculturalidad. Sencillamente deliciosas.

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