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Por Marcelo Cafferata.

La plataforma Puentes de Cine abre la temporada 2021 con el estreno en su Sala Virtual (www.puentesdecine.com) de “MAMÁ MAMÁ MAMÁ” la ópera prima de Sol Berruezo Pichon-Rivière, que fue recientemente presentada en el 35º Festival Internacional de cine de Mar del Plata.

El hecho de que la película se encuentre enteramente interpretada y realizada por un equipo femenino, ya le otorga una mirada diferente que se aprecia en la profunda intimidad que logra la cámara de Berruezo Pichón-Rivière,  totalmente compenetrada en el mundo de una adolescente que acaba de perder a su hermana, ahogada en una pileta -que nos trae inmediatamente algunas reminiscencias martelianas de “La ciénaga”-.

La protagonista es Cleo (un completo desafío para Agustina Milstein) y todos los momentos más importantes de la película irán girando en torno a lo que a ella le está sucediendo.  El guion, escrito por la propia directora, nos va conduciendo a los diferentes tránsitos de Cleo y la necesidad de ir moviéndose con firmeza, aun en ese terreno tan farragoso: desde transitar este duelo y la pérdida, su cambio de lugar en el esquema familiar, su propio tránsito hacia la adolescencia, su importante paso de niña a mujer.

El grupo que conforma junto a sus primas al que posteriormente se sumará una amiga y la presencia del mundo adulto marcado mayoritariamente por su tía (una excelente noticia volver a ver en la pantalla grande a Vera Fogwill en otro trabajo notable) servirá para que la directora despliegue temas inherentes al mundo femenino, tratados con suma delicadeza. Su puesta en escena se va construyendo en base a silencios y a los pequeños detalles que podemos ir observando en cada escena, que son los que verdaderamente van sosteniendo el hilo de la historia.

Por eso, cabe destacar que la propuesta no tiene una narrativa convencional sino que por el contrario, “MAMÁ MAMÁ MAMÁ” es una película de sensaciones y de momentos. De estas vivencias y situaciones que Cleo debe atravesar a pesar de que el mundo interno colapse o esté lleno de incertidumbres, aun en la distancia que toma su madre casi ausente por el atravesamiento de su propio duelo y de esos primeros momentos tan decisivos. Es así como la presencia de la muerte flotando casi permanentemente, en sus diversas versiones se confunde entre los pequeños e íntimos descubrimientos que van apareciendo en las charlas con sus primas.

No casualmente dentro de los momentos que Cleo debe atravesar en esta extraña temporada,  está el de su primera menstruación y será una de sus primas la que le explique y la acompañe con los cambios que están sucediendo en su cuerpo, apareciendo en otra de sus formas, nuevamente la muerte / la desaparición cuando incluyan en sus charlas al funeral de los bebitos muertos.

La niñez, la adolescencia, un incipiente despertar sexual, el primer beso, se van entremezclando en sensaciones encontradas con las que la directora intenta adentrase en un universo complejo de explicar y donde justamente el principal logro que tiene “MAMÁ MAMÁ MAMÁ” es dejar fluir las imágenes sin intentar dar ningún tipo de explicaciones sobre lo que está pasando dentro del núcleo familiar.

Son pequeñas escenas que hasta parecieran desconectadas entre sí, como fotografías de momentos que van formando un collage emocional para un momento tan traumático dentro de la vida de Cleo. Justamente la sensibilidad, el delicado (des)equilibro de este mundo femenino y la contención con la que Sol Berruezo envuelve a su protagonista, le permite construir un perfecto entramado para transmitir las emociones de ese tiempo particular plagado de tristeza, melancolía y duelo, y al mismo tiempo de descubrimientos y de momentos inolvidables.

POR QUE SI:

» Por la profunda intimidad que logra la cámara de Berruezo Pichón-Rivière «

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