Por Rolando Gallego
Días de cine entre música, charlas, sonidos autóctonos en el marco de una de las celebraciones a la cinematografía más lindas de todo el país y en donde se pudo ver una realización que pone en el centro la discapacidad y la empatía.
Especial
Chuo es un joven que vive con su padre. Entre ambos transitan el día a día como pueden, lidiando con sus dolores y aspiraciones mientras la sociedad mira para otro lado.
Lo interesante de la mirada del realizador Ignacio Márquez, es como despliega la cámara para que los actores jueguen un laberinto de emociones en donde la discapacidad es sólo la excusa para poner sobre la mesa otros temas.
Salud mental, sexualidad, trabajo, precarización, necesidades, sólo algunos de los destellos que despliega, pero también una reflexión acerca de cómo las decisiones son una cadena de posibilidades aunque muchas veces el otro no las acepte.