Por Marcelo Cafferata
El prolífico director José Celestino Campusano, un autor de sello inconfundible dentro de la producción nacional, habitué del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata en donde sus películas han ganado premios importantes y donde ha presentado la mayoría de sus películas, incorpora en la sección Autoras y Autores a su última realización “LA REINA DESNUDA”, donde vuelva a una clase un poco más acomodada de la que habitualmente transita, para construir el retrato de Victoria, su nueva heroína.
Como en gran parte de los filmes de Campusano, el eje de la historia gira alrededor de una figura femenina excluyente, en este caso, al de Victoria (Natalia Page) una mujer que recientemente acaba de perder un embarazo y de separarse de su pareja, a lo que se suman diversos trámite legales que debe realizar por el fallecimiento de su padre y el reclamo de la herencia frente a sus medio-hermanos. En medio de este caos personal y la consiguiente búsqueda de un equilibrio, Victoria se presenta como una mujer de temperamento fuerte que sabe manejarse e imponerse dentro de un mundo dominado por la cultura machista.
Luego de sus primeras películas en donde se imponía un mundo eminentemente masculino (“Vil Romance” “Vikingo” “Fantasmas de la Ruta”), Campusano comienza con “Placer y Martirio” a fijar su mirada en el mundo femenino, incluso penetrando en otras clases sociales en donde siempre lograr encontrar una posibilidad de redención aún en el medio de ambientes violentos, hostiles y excluyentes.
También dentro de su obra descubrimos películas que ponen el foco en un tema más puntual como ha sucedido con “En la frontera” “Bajo mi piel morena” “El perro Molina” e incluso en “Hombre de piel dura” y otras en donde intenta abordar una diversidad de temas tan amplia que comienza a dispersarse poniendo como muchos temas pretendidamente “importantes” en una misma película, sin poder profundizar en ninguno de ellos, incluso, sintiéndose el peso de una narración errática que no puede focalizar en lo que quiere contar.
Cuando Victoria ingresa a trabajar en una institución contra la violencia de género, dando ayuda y contención a esos casos, vuelve a reiterar algunas situaciones ya tratadas en “El Azote” y peca de sobrecargar de temas a una narrativa que, a veces, gana concreción cuando puede puntualizar un mensaje más acotado y sin intentar abarcar todo al mismo tiempo.
El resto, es un festival Campusano, tal como él nos tiene acostumbrados con sus marcas de autor, sus estilos de actuación, sus diálogos impostados y por momentos increíblemente bizarros y las situaciones que siempre aparecen en su cine, con una mirada de compromiso social sobre sus personajes.
El planteo del aquí y ahora de la vida adulta que dialoga permanentemente con la adolescente que fue, es una propuesta interesante y diferente para el universo Campusano que lo presenta, como es habitual, con la avidez de la búsqueda de mostrar siempre algo novedoso en su obra.
“LA REINA DESNUDA” nada entre aciertos e imprecisiones, una película que, aún con el tono y la estética propia de la filmografía de Campusano, se queda a medio camino y plantea una diversidad de temas, sin hacer pie en ninguno de ellos y sin encontrar un camino directo y asertivo de lo que se quiere contar.