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Por Marcelo Cafferata.

Adaptar una obra de teatro para que dé su salto a la pantalla resulta siempre un gran desafío y aun cuando la potencia del texto amerite probar suerte con una adaptación dentro del cine, no siempre los lenguajes resultan armónicamente trasladables.

“CRONICA DE UNA TORMENTA”, estreno en la pantalla de www.cine.ar/play de esta semana, con guion y dirección de Mariana Barassi, asume el riesgo de adaptar el potente texto teatral de Sabina Berman, “Testosterona”, que toca un tema profundo y actual: la dificultad para que aquellas mujeres que se encuentran perfectamente capacitadas para acceder a los puestos de poder, puedan ocuparlos y seguir avanzando en sus carreras –tabú que sigue presente dentro del mercado laboral actual donde no se han producido, todavía, las modificaciones esperadas- en un espacio gerencial mayoritariamente dominado, manejado y con un acceso mucho más habilitado naturalmente para los hombres.

Como un gran plus para la historia, la pieza de Berman y del mismo modo la película, se sitúan en el mundo del periodismo y las noticias, con lo cual la interdicción para que una mujer escale dentro de los puestos más altos de la pirámide, es mucho más complejo aún. Y todo se complejiza cuando se quiere llegar al tope del rascacielos.

Justamente allí, en el entorno de la dirección de uno de los periódicos más exitosos, encontraremos a la pareja protagónica: ellos son Antonio (Ernesto Alterio), director del periódico que por un tema personal deberá abandonar su cargo y deberá elegir a su sucesor… o su sucesora. La disputa del puesto estará entre Maca (Clara Lago), subdirectora de la redacción y Vargas (Quique Fernández) un experto manipulador que da vida a un personaje que en la obra sólo se nombra en reiteradas ocasiones pero que nunca se hacía presente y que es una de las decisiones que toma la adaptación para darle un mayor cuerpo cinematográfico a la pieza teatral.

Berman sigue sosteniendo en su texto, y la película vibra en la misma sintonía, lo difícil que resulta para cualquier mujer, romper ese techo de cristal que se hace presente en todas las organizaciones y la (casi) imposibilidad de llegar a ocupar un rol jerárquico, de dirección. Lo difícil que es ver a una mujer a la cabeza de una compañía, con una sensación de quedar permanentemente relegada a llegar, como máximo, a un segundo escalón. En ese sentido, la elección de una locación como la de un periódico es realmente importante a la hora de establecer mecanismos de poder, conspiraciones, manipulación, negocios alternativos y sobre todo la fortaleza para conducir con mano segura una usina tan potente como un diario donde potenciado junto con las redes, pueden ser capaces de echar a rodar e imponer, con la misma certeza, una fakenews que una noticia verdadera.

Afuera es Nochebuena y la tormenta del título, los deja atrapados en las oficinas, en una noche tan particular, en donde justamente habrá todo tipo de confesiones y entre tantas otras, Maca se enterará de que Antonio deja su puesto por un problema personal donde está en juego su salud, y ella es precisamente una de las candidatas a sucederlo.

En el texto original, su título, “Testosterona” hace una clara alusión a esa hormona (que, por esas cosas azarosas se sigue haciendo referencia como perteneciente al mundo exclusivamente masculino, cuando ya se sabe que está presente tanto en hombres como en mujeres) que impulsa tanto las conductas sexuales como las de combate, una hormona alineada con el poder y la pasión.

Si hay algo que le falta a la puesta de Barassi, es justamente la testosterona en el mejor sentido de la palabra. Sus personajes parecen carentes del nervio que el texto necesita, lucen desalmados y “lavados” en medio de esa tormenta en donde cada uno desnuda su intimidad, se expone y salen a la luz debilidades y fortalezas que, al menos en las construcciones de Clara Lago y de Ernesto Alterio, sólo bordean la corrección, el perfecto oficio, pero que no logran transmitir el momento de encrucijada tan complejo que están atravesando en esa noche de decisiones contundentes.

Quienes hayan visto la puesta teatral protagonizada por Osmar Núñez y Viviana Saccone (también estuvo la puesta con Miguel Angel Solá y Paula Cancio, adaptación que se conoció bajo el nombre de “Doble o Nada”) entenderán a las claras que estos dos personajes necesitan otra vibración, otro nervio, otras química entre ellos. Los dos actores que fueron un torbellino en el escenario del Multiteatro y modelaron ferozmente el texto de Berman, cosa que en “CRONICA DE UNA TORMENTA” lamentablemente no sucede. Son pocas las escenas en las que el filoso texto de Berman sale a la luz en todo su esplendor e, inclusive, el ritmo del decir de los personajes hace perder la ferocidad y la carga de violencia con la que se disparaban esos personajes en escena

Alejados de toda comparación, la película de Barassi es correcta, las actuaciones tiene momentos de lucimiento pero no se hacen carne de un texto de denuncia, de esa mirada ácida y sin concesiones al mundo del trabajo que propicia Berman, ese ámbito dominado por los hombres y sus preconceptos ni tampoco trabaja hábilmente sobre la voracidad del personaje femenino para intentar por todos los medios seducir a su presa –donde “el fin justifica los medios”- y obtener ese puesto tan ansiado.

De todos modos, es una película que invita a la reflexión sobre estos temas que se encuentran permanentemente en la Agenda actual y revisar, una vez más, porque en ese rascacielos, donde se decide quién manda y cómo se ejerce el poder, el espacio para las mujeres parece quedar reducido a esa sensación tanguera de “la ñata contra el vidrio”, mirando todo desde afuera, un poco más cerca, pero tan inalcanzable como siempre.

POR QUE NO:

«Clara Lago y de Ernesto Alterio, sólo bordean la corrección, el perfecto oficio, pero no logran transmitir el momento de encrucijada tan complejo que están atravesando en esa noche de decisiones contundentes»

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