Tiempo de lectura: 4 minutos

Por Rolando Gallego

Desde mañana en El Cultural San Martín (CABA) se estrena Nunca hizo tanto frío, película de Violeta Uman que refleja la relación con su madre, Cora Roca, quien se define como una militante de la memoria colectiva. Uman cuenta acá detalles de su propuesta.

¿Por qué decidiste que Nunca hizo tanto frío sea tu debut en largometraje?

Se fue dando, venía a la par escribiendo un guion de una ficción y en paralelo filmando a mi mamá al comienzo de una forma más lúdica, con la sensación de que había algo potente ahí pero no con tanta conciencia al principio. Luego se hizo muy evidente que era lo que tenía que hacer, y no podía dejar de hacer.  A la vez me daba seguridad empezar contando algo cercano, demasiado tal vez en este caso, pero entregarme a eso fue parte de que la película exista. Por otro lado también evidentemente de alguna manera tenía algo que atravesar de mi relación con ella, y que creo la película logra volverlo universal y ese es su mayor valor a mi criterio. Porque quien no tiene un tema con su madre! Es un vínculo al que se le pide mucho «ser buena madre» «ser buena hija» como debería ser la relación entre estas dos personas etc. etc. pero hay miles de formas de ser madre y miles de ser hija,  y  ninguna está mal o bien, somos personas que hacemos lo que podemos con las herramientas afectivas, intelectuales, culturales y económicas que tenemos… Creo que recién ahora puedo pasar a otra cosa…

¿Cora aceptó rápidamente en hacer la película?

La verdad es que desde un principio estaba bastante entregada a la idea, pero  

Si bien, siempre tuve la fantasía de que eso se convierta en película, empecé a filmarla  sin tener la presión de la duración. Más siguiendo una pulsión y algo que me decía que ahí podía haber una película… y en ese sentido creo que por eso también fue relajado para mi mamá, porque no era tan claro el fin al comienzo. Y por eso también es tan fresco todo lo que pasa. En un momento fue claro que efectivamente se iba a convertir en película pero a ella se lo dije medio cuando ya estaba muy avanzada en la edición, De hecho vio solo el corte final y no le quedó otra que aceptar. Fue muy generosa.

¿Cuánto tiempo de rodaje bruto tuviste y cuantas «versiones» hubo de la película antes de la que presentas?

Es difícil medir el tiempo porque empecé a filmar hace como 5 años, pero filmaba cosas sueltas y luego no hacía nada por meses.

Lo mismo con la edición, editaba días sueltos probando caminos diversos,  al comienzo también entraban otros personajes, pero no se terminaba de armar. Hasta que se hizo obvio que la película teníamos que ser solo nosotras dos. No era mi plan inicial ser tan protagonista pero en un momento sentí que era ético exponerme también si la estaba exponiendo a ella, y que finalmente la película no era de ella como pensaba al comienzo, sino de nuestro vínculo. Y entonces ahí me di cuenta de lo universal que se estaba narrando a partir de estas dos personas. Cuando definimos eso con la montajista, se armó enseguida, hubo solo dos versiones, la primera no tenía el prólogo y yo sentía que no le hacía justicia a mi mamá como mujer más allá de ser madre, que algo faltaba de quién era ella. Y la verdad es que lo encontré muy al final, y si no hubiese sido porque quedó en bafici y tuve que correr con la post lo hubiera seguido trabajando un poco más. Es un momento hit de la película! jajá pero bueno, siempre una quisiera seguir cambiando cosas, pero también hay que saber ponerles un fin.

¿El vínculo vivo y verdadero entre ustedes trasciende la pantalla, cómo fue elegir qué dejar y que no en el relato?

Fue difícil.  Había cosas muy buenas pero que en la estructura eran forzadas, y cosas que me daban vergüenza pero que eran muy útiles al relato…también es difícil elegir cuando una está frente a la cámara, que no te influyan prejuicios, querer quedar bien parada etc. pero me amigue con la idea que la protagonista era la película y no yo, y si lograba transmitir lo que quería nadie se iba a fijar en mis pijamas jajá También cuando estaba avanzada la mostré a algunxs amigxs para testear porque es muy difícil abstraerse con algo tan íntimo. 

¿Una de las escenas más hermosas, en donde pintas a Cora en cuerpo y forma tiene que ver con la discusión sobre el Chuker «no puedo comer azúcar» y a los dos segundos come dulce de leche de un budín, cómo fue ir encontrando estas perlitas sobre ella en el montaje?

Bueno sucedían todo el tiempo ese tipo de cosas, algo como del absurdo que mi mamá transita bastante en lo cotidiano, es una persona bastante graciosa a pesar de ella creo yo. Y era claro que había que lograr que eso se vea… en ese sentido fue vital el trabajo con la editora que a veces veía esas cosas más que yo porq para mi eran cotidianas.

¿Cora vio la película, qué devolución te hizo?

Le gusto mucho, me dijo que le hizo muy bien porque tenía una imagen de ella más estropeada digamos y se vio como una mujer fuerte y llena de vida y eso le hizo bien, y por otro lado que se dio cuenta que yo la quería, porque últimamente la peleaba tanto que pensó que la había dejado de querer. Y que eso le dio fuerzas…

¿Expectativas por el estreno?

Siento por lo que recogí de las personas que la vieron en BAFICI, que la película es bastante sanadora de vínculos! Evidentemente deja pensando y con mucha emoción…y me hace muy feliz haber logrado eso, por tanto me gustaría compartirlo con la mayor cantidad de gente posible! y ojalá siga emocionando…

Compartir en: