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Por Rolando Gallego

Norma, de Santiago Giralt, con Mercedes Morán en rol central, es la nueva propuesta nacional que desarrolla, de manera inteligente, un relato en donde los detalles y los personajes secundarios, están al servicio de la narración. Hablamos con Giralt para saber más detalles de la propuesta.

-La película surgió hace mucho tiempo de un personaje que vos tenías escrito y en una devolución Mercedes te dijo que estaría bueno seguirlo. Contame un poco ¿cómo fue ese derrotero? Desde ese primer momento hasta llegar hoy en día a la película…

-La película tiene más una década, a veces cuando yo veían directores que decían estuve 10 años queriendo hacer esta película, ahora les creo. Yo tengo cinco películas que hice en 10 años, pero este proyecto era como una plantita que iba creciendo detrás de todas esas otras cosas que pasaban durante más de una década. Yo hice UPA y saqué mi primer libro, una novela histórica y una cosita realista y tal, nos conocemos, empezamos a trabajar en un proyecto que no salió, le pasó este material y cuando lo empezamos a hablar pensé lo tenemos que escribir juntos, porque ella tiene miles de horas de haber leído de televisión, una actriz que estaba en todos los géneros, en todos los medios, era como tener una guionista súper calificada porque todas estas horas de haberle puesto el cuerpo a personajes se registraban como experiencias dramatúrgicas, y ahí bueno empezó con una idea hasta que aparecieron los productores actuales que fueron los que definieron un poco, cuál es la película que se hizo, éramos nosotros dos y el proyecto de diferentes productores y evolucionando con los tiempos y con la película también, cierto que en estos diez años él feminismo, el empoderamiento de una mujer, El consumo recreativo de ciertas drogas etcétera, era mucho más tabú de lo que es ahora

-¿Es verdad que Mercedes llegaba al set y cuestionaba cosas de guión que ella misma también había escrito?

-Fue muy fuerte otra cosa que yo subrayo, es que en esta película no hay mientras tanto, mientras Norma camina, eso es un rodaje donde no hubo un día que descansáramos uno del otro y encima éramos guionistas, pero yo llegaba como director y ella como protagonista, todos los días, en un hotel precioso con una pared por medio, funcionando como una especie de matrimonio creativo, no es un monstruo de dos cabezas de verdad, porque todo el tiempo surgían cosas que, hasta el último momento, le dieron vida, y la idea es que estuviera vivo, que estuviera interpelándonos con el presente de lo que estamos haciendo en tono de la comedia, haciendo comedia en serio.

-Hay muchas referencias que aparecen, ¿cómo fue también compartirlo?

-Hemos ido al cine juntos a ver Spencer, de Pablo Larraín, y pasaban el tráiler de Las Rojas, donde ella trabaja, y queríamos también de nuevo investigar en esto de una rubia, porque pasaron cosas cuando Mercedes se tiñe. No es lo mismo una rubia en el cine que en la vida, hay toda una línea de películas así, con un lenguaje, entonces eso sucede por un lado en términos del artista cuando yo tengo a Mercedes rubia, en el cine me bajan todas las rubias desde La mujer sin cabeza, que encima trabajó con Lucrecia Martel, entonces se activa muy rápidamente, qué trae la inseguridad de la rubia en el cine y la comedia eso por un lado por otro lado porque fue una película, que nuestra idea era poner en el centro del relato. Quiero a la antigua ama de casa, ahora llamada jefa de hogar, que hay una tradición de cineastas, que se han ocupado de esto. Otros ya lo hicieron y me voy a nutrir de lo que hicieron. Cuando el elenco se iba haciendo tan interesante y están todas estas mujeres que se despejaban una con otras, no filmo cubriéndome, yo filmo de una sola manera.

-En tu cine no vas a lo obvio…

-Es que hay cierto aspecto de una cinefilia que requiere de una estructura de producción para que te resuene, son cineastas que no filman con dos cosas, como ese espejo es un presupuesto de arte que necesitas tener, es un espejo de pareja que te resuena hasta otra cosa, las hormiguitas en la mandarina.

-¿Sentís que Norma llega justo en este momento, donde necesitamos esperanza y también salir iluminados del cine?

-Me interesó mucho cuando nos dieron la fecha que hay una dificultad en Argentina de poder meterse en el temario de la gente en plena elección. Me gustó mucho la idea política de mostrar una película. Yo esto se lo digo a los políticos de que vengan a ver la película en mi pueblo, etcétera, vean la cantidad de trabajo que tiene la lista de créditos de la película, yo te puedo sumar más de 300 familias afectadas a la película y es un montón. Si ves los títulos vas a leer toda la gente que está involucrando en el trabajo, estos trabajos nacionales, no por ser nacionalista, ni es realmente el objetivo de lo que te estoy diciendo, pero el cine genera mucho trabajo.

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