Por Rolando Gallego

Un Viaje en el Tiempo llego al Teatro Broadway comandada una vez más por Pedro Alfonso y suma a su elenco a la querida actriz Marcela Kloosterboer, una de las favoritas del público familiar argentino, que ocupará el lugar de Paula Chaves. Hablamos con Kloosterboer en exclusiva.
-¿Cómo estás viviendo sumarte a esta obra, a este equipo que ya conoces a gran parte?
-Sí, ya conozco a gran parte del equipo, a Noe Marzol, a Seba Almada y a Vivi Sacconne, no los conocía, nunca había trabajado con ellos, con Pachu Peña y con Pedro, sí. Con mucha felicidad, me divierte mucho hacer esta comedia, ya trabajé con ellos y ya tengo comprobado que está bueno, que a la gente le gusta, que yo la paso muy bien, es una comedia para toda la familia, lo cual también me gusta.
-¿Eso sumó a la hora de decir, bueno, vamos?
-Sí, y también es trabajar con amigos y yo ya había visto la obra en Córdoba y me encantó. Me encanta, la verdad que la obra está buenísima y también el personaje, así que por todos lados me cerró.
-Va a estar Marcela grande y después Marcela joven, ¿y eso también te gusta?
-Claro, eso también actoralmente es un desafío, no tuvimos tantos ensayos todos juntos, yo más que nada ensayé con Pedro, así que sí, es un desafío la construcción del personaje, de lo que va a ser como de vieja, cuando ya le pasó toda su vida, y después de joven y en los años 80, así que está bueno.
¿Hablaste con Paula, le pediste algún consejo, algo o no?
-Sí, hablé mucho con Paula, me ayudó también a ensayar cuando nos juntamos en su casa con Pedro. Hoy me anotó por WhatsApp algo de los cambios de ropa, de en este momento te tenés que apurar y acordate de agarrar tal cosa.
-No suelta, no suelta, ayuda pero no suelta.
-Es generosa, muy generosa Paula, y me alienta todo el tiempo, y la vas a romper negra, y me ayuda porque también los cambios de ropa son rápidos y todo, así que nada, la voy a extrañar de compañera, porque la otra vez lo hice con ella y estuvo bueno, y bueno, y ahora no va a estar.
-¿La familia acompaña? Justo es vacaciones de invierno, que por ahí es el momento en el cual están todos juntos.
-Sí, mucho me acompañan, mis hijos ya la vieron, los dos la obra, Otto la vio en Córdoba y Juana la vio acá en Buenos Aires, le encanta, de hecho Juana mi hija me ayuda a pasar la letra, a la noche mientras yo estoy lavando los platos ella me pasa la letra.
-Así que puede hacer el torazo, ella también si hay que hacer reemplazos ya está preparada.
-Así que sí, siempre me apoyan, y bueno, obviamente para mí es lo más importante, contar con ellos, y poder adaptar mi ritmo familiar al trabajo también.
-¿Tenías ganas de volver a actuar?
-Sí, tenía muchas ganas. Hoy cuando venía para el teatro dije, ay qué lindo, como uno se olvida, viste, cuando pasa, o como que por ahí estás con otras cosas y otra rutina, pero volver al teatro siempre es lindo, y encontrarte con el público, que yo ya lo vi desde el lado del público este espectáculo, y sé lo que les pasa y todo, y también por ese lado está bueno.
-Eras muy chiquita, pero ¿qué tiene de especial volver a los 80? ¿Qué recuerdos tenés? ¿Te gusta volver a los ochenta?
-Me encanta, me encanta esa época, el maquillaje, el colorido, no internet, no redes sociales, me encanta, no teléfono celular. Yo nací en el 83, pero bueno, viví muchos años sin celular, sin la urgencia con la que vivimos hoy, y también con la demanda y respuesta absoluta, como que te llaman y tenés que atender. O sea, para algunas cosas está buenísimo porque uno soluciona, organiza, pero para otras nos volvimos muy esclavos del celular y de internet y de la tecnología y de las redes, y a ver qué van a decir y qué me comentan, así que por ese lado me parece que está bueno volver un poco a los ochenta.
-¿Y cómo hacés con la tecnología?
-Yo me pongo límite de horario y todos los lunes el teléfono te dice cuántas horas tuviste, trato de bajar las horas. La verdad que no soy de estar tanto, soy más del WhatsApp o de hablar por teléfono, no de las redes sociales. No tengo TikTok, no tengo Twitter, solo tengo Instagram y que lo uso para trabajar, entonces no estoy mirando todo el día, pero yo misma me limito, porque si no hay momentos que estás con el teléfono mirando nada y yo no, como trato de concientizarlo. Pero bueno, a la noche también trato de dejar el teléfono, cuando estamos comiendo los cuatro en familia dejar el teléfono, porque si no, también creo que es como un ejemplo que hay que darle a los chicos, porque si uno después está todo el día mirando el teléfono es difícil un día decir en la mesa no hay celular. No es tan así, me gustaría, pero yo sí trato de usarlo a conciencia, de no estar todo el día con el teléfono.
-¿Sos de volver a verte?
-Si me entero lo veo, o si me mandan algo me encanta, el otro día me mandó el director que estuvo en verano del 98 cuando nos fuimos a África y me mandó todas las escenas editadas de África y las vi y me parecía espectacular, había escenas que yo ni me acordaba que había hecho y lugares donde ni me acordaba que había estado.
-Porque además estabas en la vorágine de que se estaba haciendo y emitiendo. Pasaron mucho tiempo y también ahora, no sé, escenas de Las estrellas me las mandan cada dos por tres y por ahí las veo, en ese momento pasó, lo grabé y no lo vi nunca más, así que sí, me encanta verlo, me gusta.
-¿Y extrañas hacer tele?
-Yo extraño la tele, hoy en día siendo mamá de chicos chiquitos no sé si yo podría volver a grabar como antes diez, doce horas por día, como poder se puede obviamente, las mamás trabajan, no sé si lo elegiría con chicos chiquitos, como que siento que también que se haya cortado la tele justo en este momento para mí fue bueno como el momento de frenar un poco.
-Paréntesis.
-Claro, y poder estar y disfrutar de mis hijos de esta edad que realmente después pasa rápido y cambia todo. Pero yo extraño sí la tele y la ficción en la tele, como al llegar a tu casa y sentarte y mirar algo, una ficción como había antes, no sé, de Polka o de Underground o de Telefe, eso sí lo extraño. Y que lo vivan mis hijos también, como nosotros teníamos, no sé, Grande Pa!, que pasaba y decías, hoy termina el viernes y a ver qué va a pasar la semana que viene, o seguir la historia en esa hora, bancarte la propaganda, la publicidad, los cortes, me parece que estaba bueno, eso sí, pero bueno, cambió todo.