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Por Rolando Gallego

“Pensamiento Lateral”, de Mariano Hueter, protagonizada por Itziar Ituño, Alberto Amman, Mauricio Paniagua y César Bordón, comenzó su rodaje en Buenos Aires. La película cuenta con la producción de 16:9 Cine y Torneos y tendrá, durante cinco semanas, jornadas de filmación en diversas locaciones de CABA.

En la propuesta conoceremos a Julia (Ituño), una psicóloga que un día al salir de dar clases en la universidad, es secuestrada y llevada a una fábrica abandonada en las afueras de la ciudad. Los secuestradores, convencidos de que ella tiene la información que precisan para llevar adelante un delito, la tienen cautiva.

Instalada en el país y a horas de participar de Argentina ComicCon hablamos con ella.

-¿Cómo te recibió Buenos Aires y Argentina para el proyecto?

-Me recibió superbien, con sol, he alucinado de lo verde que es, es la primera vez que vengo a trabajar por acá con un equipo alucinante y estoy encantada.

-¿Te tuvieron que convencer para venir?

-No, cuando me mandaron el guion, lo leí, dije wow, me voy, y vine, fue un flechazo.

-¿Qué te atrajo de Julia, tu personaje en Pensamiento Lateral?

-Me atrajo que Julia es una psicoanalista, “gallega”, como dicen acá, y esta es un poco la meca del psicoanálisis, y que Julia no fuese argentina me hacía gracia, porque a la vez ella oculta algo, tiene un lado misterioso que me atraía, una manera de pensar distinta, que da nombre a  película, tratar de no pensar linealmente y ser lo más original posible y sobre todo me atrajo el pozo en el que entra, todo lo tremendo que le ocurre y la fortaleza que ella tiene para sobrevivir un día más.

-¿Te gustan estos personajes que implican un desafío?

-Sí, siempre, cuando una ya sabe hacer una cosa te encasillas y no evolucionas en tu oficio y hacer personajes distintos unos de otros es como viajar, aprendes, y eso es lo bonito de la profesión, además.

-¿Sos de ver películas de género? ¿Te atrae el thriller?

-Sí, pero el que me sorprende, no ese tan estereotipado, pero cuando hay algo más allá, que juega un poco con la metáfora, que, como en este caso, el que sepa hilar fino, sabrá por dónde ir. Me gusta el thriller en el cine independiente porque toma más riesgos.

-¿Cómo fue el encuentro con los compañeros?

-A César y a Mauricio los conocí acá, nos habíamos visto online en los ensayos, porque estaba en España, así que nos pusimos cara acá y es una alegría vernos. A Alberto lo conocí después, porque se sumó luego, así que los primeros ensayos fueron acá, y él es el villano más villano, y todo se integró y fluyó. No lo conocía personalmente, sí por su trabajo, el carrerón que tiene encima, y ya llevamos una semana y somos como familia.

-¿Qué podés contarme de Mariano, que es uno de los realizadores más jóvenes y talentosos que tenemos?

-Mariano me gusta porque tiene las cosas miuy claras, se hace entender de maravilla, visualiza el guion de una manera superclara, y es un director permeable, porque en esta vida te encuentras con otros más impermeables, pero este no es el caso, y es lindo trabajar y que te escuchen, y eso fue así desde el principio. Es un muy buen director.

-¿Qué significa para vos volver al cine, siendo que mundialmente te conocimos por tu trabajo en televisión?

-A mí me gusta el cine y el teatro, la tele es lo que está en boga, pero a mí lo que más me llena es el cine y el teatro. Lastimosamente los cines se están vaciando por la experiencia de la pandemia, y a mí me saltan todas las alarmas, porque yo soy de ir al cine, me hace ilusión de verla en pantalla grande, y con esto del virus están cerrando muchas salas y me duele en el alma. Además me gusta la medida del cine, una hora y media, dos o tres, es una experiencia que empieza y termina, y las series tienen eso de empezar y no parar más, y estas sola en tu casa, pero no en una sala viendo todo enorme, más impactante, me parece que la experiencia está bien pero no quisiera que fuese la última.

-¿Cuándo supiste que querías ser actriz?

-Querer, querer, de soñarlo creo que de muy chica. Una vez nos preguntaron qué queríamos ser y dije “actriz”, y me puse automáticamente roja, y todos se rieron en la clase. Una tenía ese sueño pero había que vencer esa timidez, y lo hice a través del teatro, pero sin saber que me iba a dedicar a esto, estudié una carrera, trabajé de otras cosas, y a veces la vida, tu destino, te viene a buscar,  y a mí me pasó eso.

-¿Cómo vivís ser parte de experiencia cerca de los fanáticos como Argentina ComiCon?

-Bueno, son eventos curiosos, que yo no estaba acostumbrada, ni siquiera sabía lo que eran antes de La casa de papel, luego te invitan y tiene algo de tomarle el pulso a los seguidores, a los fans, las fans, que te vienen a dar su cariño, y es mucho, tengo miles de regalos de personas que atravesaron toda Argentina para venir y verme, tiemblan, es una emoción, es un poco como el futbol y sus aficionados, es un poco así, o se siente así. Y puedes ver como ellas, y digo ellas porque la mayoría son mujeres, que se acercan y te cuentan sus vidas, es apabullante e intenso.

-¿Pero como cantante no has vivido algo así?

-No, los conciertilos son mas chicos, más pequeños, con La casa de papel se han magnificado, pero con el conjunto estamos trabajando y puliendo todo, pero siempre estoy con los pies en la tierra.

-¿Extrañás a Raquel Murillo cuando ves este fenómeno alrededor tuyo?

-Emociona porque ves parte de tu trabajo que te has dejado la piel, todos, dando desde las tripas todo y emociona verlo, porque además yo vi la serie una sola vez, y ahora ves pedacitos y entiendes cuánto diste y recibiste, pero también cuánto se llevó Raquel Murillo y emociona.

-La casa de papel fue una cosa en España, pero al subir a Netflix explotó el fenómeno…

-De repente cuando la estrenaron en Netflix la gente pudo verla seguida convirtiéndola en un fenómeno que no podía dejar de verla, y eso no se conseguía en la televisión abierta, porque estrenaba un episodio por semana y en horarios en donde la audiencia iba cayendo en picado, ahora cambió la manera de ver las series, y creo que eso le hace daño a las salas.

-Tenés un pañuelo verde, emblema de la lucha por la legalización del aborto en Argentina…

-Me coloqué uno cuando se votó en el Senado, porque me lo enviaron al país Vasco, y yo estoy en la misma lucha, porque me voy a encontrar con las mujeres en todas las luchas que hagan, para que un Estado no gobierne nuestros cuerpos, y me coloqué el pañuelo y me insultaron mucho, pero también me quisieron mucho, de todo, pero no me oculto, yo soy quien soy también, y como me lo regalaron acá también, dije ahí voy, por mis compañeras, hermanas, soy sorora y feminista y aquí estoy.

-¿Cuándo vas a descansar?

Está el soufflé arriba, voy a aprovechar, y luego sé que va a bajar, y voy a descansar, haciéndole caso a mi madre, a mi “amatxu”, como le decimos en el país vasco, que me dice que aproveche ahora porque una nunca sabe cómo después sigue la vida.

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