
Por Rolando Gallego

Mazel Tov, escrita por Pablo Solarz, tiene a Adrián Suar delante y detrás de cámaras, secundado por Fernán Mirás, Benjamín Rojas, Natalie Pérez y Lorena Vega, entre otros. Para saber más de la película, hablamos en exclusiva con Suar.
-¿Cómo fue trabajar con Pablo, elegir el elenco, estar ahí al frente de Mazel Tov?
-Tenemos la posibilidad de tener un proceso creativo en una película, no es nada fácil, porque es siempre, como digo, un acto de fe. Pensar en una película, ir llevando una historia. Tener un título que a veces suena más difícil, porque para la gente no todo el mundo sabe lo que significa. Mazel Tov, que es enhorabuena, bendiciones, un poco para lo que los americanos en alguna película escuchó “congratulations”, es el Mazzaltoff, en la colectividad que es eso. Pero no es una película judía, es una película de vínculos, que podría ser católica, una película de una familia española o italiana. Con un elenco, cuando pensamos con Solarsz la historia, queríamos hacer una película que tuviera las cuatro patas de una silla. Hablar de las tradiciones y los momentos de la vida de una familia o de un individuo que atraviesa la muerte de un padre, con lo que representa todo el velorio, el nacimiento. Por eso pusimos a un personaje de mi hermana, Natalie, que justo está embarazada, en el mismo momento que también se va a casar. Entonces es casamiento, nacimiento, muerte y la herencia. No solamente la herencia económica, sino la herencia que deja un padre en la vida de un hijo.
-Hay escenas muy conmovedoras, no vamos a revelar, porque la gente la tiene que ir a ver al cine, pero hay un trabajo ahí con Fernán, ese contrapunto. Contame también ¿cómo trabajaron? ¿cómo fue un poco dar las indicaciones para que eso trascienda a la pantalla?
-Bueno, a veces sucede, a veces no sucede. Por más que vos le des indicaciones a un actor, que ayuda mucho guiarlo, qué es lo que querés contar, qué clima querés tener, hacia dónde vas con la película. Si tenés un buen instrumento, un buen actor lo puede hacer, pero a veces no es condición única. Se miran los actores y no hay química. Pero con Fernán está sobrado la química. Nos conocemos, nos queremos y fue todo muy fácil. Muy fácil con Fernán, lo mismo con Natalie y con Benjamín.
-¿Y con Lorena?
-Divino. Que hace de mi exmujer. Y un poco ahí jugamos con… Por lo menos yo cuando aparecía una psicóloga, una psicoanalista, después de lo que había hecho en Envidiosa, sentía que, no para la gente, no tiene nada que ver, pero estaba justo servido para que venga a ser ese personaje a Mazel Tov.
-Y que un poco va, de alguna manera, guiándolo a tu personaje, y no lo va guiando…
-Yo creo que tiene eso. También está puesto en la película para que distienda un poco todo lo emocional y va acumulando un humor y te va metiendo en la película para que en los últimos 35 minutos, 40, toda la explosión de las cosas no dichas y lo emocional termine como termina mucha gente que me dice, lagrimeando emocionados. Es un llanto que te alivia, que te dice, lo voy a llamar a mi hermano o a mi hermana para ver esto que no le dije y poderlo solucionar.
-Estrenar en cine de nuevo. ¿Qué te pasa a vos con poder mostrarla en la pantalla en estas épocas y una película familiar?
-Es eso, recuperar un poquito en el cine argentino el buen clima de películas populares, porque el espectro es muy amplio en el cine argentino, películas más íntimas, películas más de subvenso o con otras ideas y temáticas. Con esta película tratamos, trato de volver a recuperar un poco el cine argentino que copie la vida. Me emociona, me hace reír. Esa familia, el vecino de acá al lado, esa soy yo, o alguien, o es otro hermano que tengo, no de sangre, sino de la vida, que también es como un hermano. Es una película argentina, argentina, argentina. Eso es lo que más me gusta.
-¿Cuándo vuelve la ficción a la tele?
-Me gustaría que el año que viene vuelva. Me gustaría que el año que viene vuelva. Vamos a hacer todo lo posible.
-¿A qué le decís Mazel Tov?
-Mazel Tov le digo a la vida, a los buenos momentos. A muchas cosas. Mazel Tov entra para muchas cosas. Tengo buena salud, Mazel Tov. Me fue bien conseguir, tengo pareja, Mazel Tov. Me casé. El casamiento de alguien, la fiesta de 15. Toda situación que pueda agrupar a una familia para un brindis o para dar una buena noticia o para alegrarse de una situación de otra, Mazel Tov.