
Por Marcelo Cafferata

En toda temporada del Oscar parece ser número puesto, al menos una película en la que el protagonista tenga que lidiar con un tema de enfermedad o de discapacidad, describiendo el derrotero de su luchar por sobreponerse.
Pero “SOUND OF METAL” no apunta como se hace frecuentemente, al retrato de una enfermedad y los padecimientos de su protagonista, sino que logra correr el eje y darle otro punto de vista.
Darius Marder en su primer largometraje de ficción, encara la particular problemática que se le presenta a Rubén, un baterista que en pleno desarrollo de su carrera musical recibe, por parte de su médico, la noticia que quedará sordo.
Así como en alguna ocasiones, la tensión y la intriga se puede lograr con el fuera de campo, ocultando o mostrando lo que sea más funcional a la historia, Marder maneja magistralmente los diferentes puntos de vista sumando o anulando el elemento central del filme que es el sonido y transmitir, de esta forma, el padecimiento del personaje ya sea mediante la ausencia total de sonido o bien distorsionándolo, deformándolo, manejándose a través de las vibraciones, haciéndonos partícipes de cuánto se modifica el mundo interior del protagonista a través de este padecimiento que, como plus, le quitará la inmediata posibilidad de continuar con su trabajo –del explosivo concierto de heavy metal de apertura, al silencio total y el hermetismo-, pasando por la búsqueda de apoyo en un grupo de autoayuda.
El factor fundamental para que “SOUND OF METAL” funcione es, en parte, la astucia del guion en no caer en lo esquemático y lo previsible, pero por sobre todo, el notable trabajo de Riz Ahmed atravesado por la angustia de una enfermedad sobre la que podrá lograrse cierta recuperación pero no podrá plantearse ninguna cura.
Marder nos sumerge en la propia cabeza de Rubén, presa de los juegos sonoros y nos lleva a un espectacular recorrido sensorial acompañado por las contrariedades, las resistencias y los avances de la nueva vida que se abre ante una noticia a partir de la cual nada podrá ser de la misma manera.
Nominada al Oscar en los siguientes rubros: Mejor Película, Mejor Actor (Riz Ahmed), Mejor Actor de Reparto (Paul Raci), Mejor Guion Original, Sonido y Edición.