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Por Marcelo Cafferata

Una vez más Mariano Tenconi Blanco pone a disposición de su elenco un texto absolutamente subyugante haciendo uso de su prodigiosa pluma, capaz de recorrer una diversa gama de registros en una misma obra.

Quien haya sido quedado absolutamente seducido por el virtuosismo y la potencia que tiene Tenconi Blanco para desarrolla su dramaturgia, con sólo haber atravesado alguna de sus experiencias teatrales tales como “Todo tendría sentido si no existiera la muerte” “La vida extraordinaria” (aún en cartel, no se la pierdan!) o  “Quiero decir te amo” sabe que en el escenario se genera la magia que funde una puesta en escena austera y precisa, que da preponderancia al poder de la palabra y que exige una entrega total para su grupo de actores y actrices.

En este caso, el teatro Metropolitan abre sus puertas, como ya se viene realizando en varias temporadas durante el verano porteño, para dar lugar a que grandes éxitos del teatro independiente (en este caso una producción del Complejo Teatral de Buenos Aires) puedan verse en plena calle Corrientes y es así como podemos disfrutar una vez más de “LAS CAUTIVAS”, el último opus Tenconi Blanco que forma parte de “La Saga Europea” que se completará con “Las Ciencias Naturales”, “Las Invasiones Inglesas” y “Las traducciones”.

Algo del poema épico de Esteban Echeverría subyace en este texto, evocado desde el título, pero que una vez tomada esta idea del rapto por parte de los indios de la protagonista y esa necesidad de escapatoria, rápidamente deja lugar a una dramaturgia que, narrada de forma simple, propone un entramado mucho más complejo y se abre a diferentes tonos dentro del propio texto y a las diversas temáticas que aborda.  

Una mujer francesa (claramente aristocrática) está a punto de contraer un matrimonio arreglado con un joven de la élite criolla pero el casamiento se ve interrumpido por la irrupción de un malón que la secuestra y pretende abusar de ella en medio de una llanura inhóspita. Una india mensajera, mezcla de chamana y guerrera, conectada con la tierra y la naturaleza, sabia y sagaz, libre, sale a su rescate poniendo su propio cuerpo, amparándola de una situación violenta.

Además de la referencia a Echeverría, Tenconi Blanco hace gala de una dramaturgia lista para ser interpretada en varios planos, capas superpuestas de las que el espectador puede tomar todo o parte y ver una lectura política, una mirada social, el encuentro de dos mundos completamente contrapuestos, la conquista arrasando los pueblos originarios,  la resistencia de las culturas y las tradiciones, atravesados por una historia de amor que lo trasciende todo.

El texto mezcla finamente teatro con literatura, a lo que se suma la música en vivo de Ian Shifres como otro de los elementos protagónicos en la historia junto con una escenografía de Rodrigo González Garillo que logra resumir en algunas telas, la fascinación del campo argentino al escenario.

El texto se zambulle en el difícil arte de expresarse en verso y también juega con la prosa, transita diversos colores (hay drama, picardía gauchesca, comedia, descripciones explícitas e inesperadas, mientras que al mismo tiempo tiene un aire manso que se deleita en la riqueza del vocabulario y del poder de las palabras)  y cada una de las protagonistas irá contando la historia a través de diversas situaciones vividas sin cruzarse en el escenario, como si fuese un diálogo construido a través de sus propios monólogos, hasta poder encontrarse en la escena final, de una belleza única.

Pero además, el gran mérito de “LAS CAUTIVAS” no es solamente un texto y una idea deslumbrante, sino el de dos enormes actrices en escena, absolutamente en estado de gracia.

Laura Paredes es Céline, “Elegida”, aquella burguesa francesa secuestrada por los indios que tiene una apariencia frágil y vulnerable y va creciendo en su libertad, su mirada del mundo y sus deseos. Paredes se apropia de su criatura y, beneficiada por un texto que le permite desplegar un importante arco de matices, hace gala de su fino arte para la comedia y logra que en muchas ocasiones aparezca la carcajada en medio del drama.

Lorena Vega es Atala, “Mensajera” y construye su personaje con una presencia escénica fuerte, poderosa, con una voz grave y profunda, como emanada del centro de la tierra: ella está conectada con ese poder de la naturaleza, movida por una fuerza superior que irradia en ella esa seguridad y ese temple aguerrido que la define.

Ambas son pura dinamita en el escenario y  mueven los hilos para que el mensaje penetre profundo en cada uno de los corazones de los espectadores al final de la función y “LAS CAUTIVAS” sean esos textos, esos espectáculos que se recuerden por largo, largo tiempo.

“LAS CAUTIVAS”

Dramaturgia y dirección: Mariano Tenconi Blanco

Con Lorena Vega, Laura Paredes y Ian Shifres

Teatro Metropolitan Sura  – Avda Corrientes 1343 (CABA)

Sábados y Domingos 17:30 hs.

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