Por Gretel Suárez
Drama dominicano, crudo y raso, que hace foco en los vínculos humanos, la sangre y el poder, cuestionando unos para poder profundizar en otros. Esta historia se centra en la durabilidad de la relación entre Sara y Yarisa luego de que ambas sufran un hecho irreversible.
Yarisa es una especie de niñera/empleada doméstica, con cama adentro, de una familia bien posicionada, los De Moya, y Sara es la hija adolescente de estos.
Si bien ambas pertenecen a estratos sociales opuestos han construido una relación muy cercana, familiar, de casi madre e hija, ya que Yarisa cuida a Sara desde bebé y la conoce más que su propia madre.
Sin embargo, a su vez, Yarisa tiene una hija de la misma edad que Sara pero que, a causa del trabajo de su madre, vive con su tía. Acá pueden vislumbrarse las ausencias propias de una crianza a la distancia. Una noche, se sucede un punto sin retorno en la trama que pondrá en evidencia hasta dónde llegan “las verdades” dentro de estos círculos de “confianza” y donde el azar termina siendo capricho con un único final posible.