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Por Luis Kramer

The Woman Who Ran' Review: Hong Sang-soo Portrays Smart Women | IndieWire

El festival nos otorgó unos días más para que pudiéramos terminar de visualizar algún material adicional que no habíamos alcanzado a cubrir durante las intensas jornadas de competencia.

De tal manera pude rescatar algunos films que me habían quedado pendientes, tal el caso de Mascarados de Marcela y Henrique Borela, de la Sección Competencia Internacional, documental que reúne a los trabajadores de las canteras en Golas, registrando sus avatares con la explotación laboral de la que son objeto y el interjuego que los directores establecen con la asistencia a la Fiesta del Divino Espíritu Santo de Pirenópolis con el uso de máscaras numeradas, acaso constituyendo esta celebración la vía de escape a la protesta contenida; acaso el uso de la máscara en este caso represente la invisibilización de los asalariados.

Film abierto en el que el arte se da la mano a la necesidad y la pintoresca construcción de entornos nos permite apreciar un trasfondo inquieto y movilizador.

Come True de la Sección Hora Cero de Anthony Scott Burns se constituye en otro eficaz y ajustado representante de la misma, con una impecable actuación de Julia Sarah Stone, ya vista en The Killing, en la que se propone como voluntaria para una terapia de sueño, en la que la fantasía se mezclará muy rápidamente con la realidad dando lugar a terroríficas acciones y desapariciones varias.

El clima se sostiene muy hábilmente gracias a los twists narrativos y a la hábil puesta en escena.

En el Panorama Autores se pudo encontrar el film de Hong Sang Soo La Mujer que Corrió en el que con acciones minimalistasse desarrolla el encuentro de la protagonista con tres amigas muy diferentes entre sí,un poco al estilo de Rohmer en el que la predilección por lo sencillo termina resultando dialéctico y de una proyecciónsignificativa.

Sobresale en todo momento el fuera de campo, donde lo que no se cuenta adquiere, por oposición, un protagonismo singular, al igual que lo masculino, casi ausente todo el relato, o sujeto a intervenciones mínimas. El hombre no es un protagonista aquí sino un referente de lo que la mujer decide o no hacer.

Y aparece también la sala de cine como vía de escape tal vez, o vía de ensoñación para la atribulada Gamhee, quien calla más de lo que cuenta.

El film marca un gran reencuentro con un director muy respetado en este país.

Ganadora con justicia del Premio en la Sección Estados Alterados, Mis Queridos Espías de Vladimir León, nos propone una reconstrucción familiar de la historia de Svetlana, madre del realizador y de su hermano Pierre, que a sus 14 años debió ser deportada de   París junto a su hermana y progenitores, al haberse comprobado que estos últimos trabajaban como espías.

Tal punto de partida con más la documentación incluida en una valija que pertenecía a Svetlana, muerta hace dos años, marca el viaje a Rusia de los León, con el fin de encontrar pistas que pueden aclarar ese pasado materno impreciso.

Ese abordaje narrado en clave de thriller y también de Road Movie, que mezcla la travesía con recortes de cálidos momentos de reuniones en los que se va desgajando poco a poco lo central de esta búsqueda, es lo que alimenta y da coloratura a este peculiar formato de documental.

Y ya que estamos destacando ganadores El Año del Descubrimiento, Premio Mayor de la Competencia Internacional, de Luis López Carrasco, emerge como un poderoso documento acerca del pensar, del sentir y del hacer, por parte de diferentes generaciones de la Comunidad de Cartagena, las que reunidas en un bar, van hilando a pantalla dividida, sus reflexiones en torno a las huelgas, los derechos laborales, la concientización en cuanto a los reclamos, los sindicatos como institución o no de protección al trabajador, la anexión al Mercado Común Europeo y sus efectos.

En el año del centenario de la llegada de Colón a América, en el que se plasma una imagen positiva del país, aparecen estos otros olvidados, hijos de esta nueva democracia devorada por este nuevo capitalismo salvaje e impiadoso, que desgranan a lo largo de estos 200 minutos, sus frustraciones, sus deseos no resueltos, y sus esperanzas ocultas.

En la Sección Fuera de Competencia y casi simultáneamente con la llegada a la Plataforma de Cine.Ar, El País de las Últimas Cosas, que marca la asociación entre Alejandro Chomski y Paul Auster, basado en la novela de este último del año 1987.

La acción es trasladada a un país incierto, con un elenco multicultural, en la que la fotografía, la dirección de arte, el sonido y la música, cobran una singular intensidad, dotando a estas criaturas errantes de toda la sensación de despojo, resignación y olvido.

Las ruinas tanto físicas en acertado paralelo con las del alma, van moldeando esta desesperanzadora fábula acerca del fin de la humanidad.

Mercedes Gaviria en su documental Como el Cielo Después de Llover, retrata tanto a su padre, el conocido realizador colombiano Víctor Gaviria en el rodaje del film La Mujer del Animal y va en paralelo buceando en sus recuerdos del pasado atesorados gracias a la cámara de éste.

Este ensemble de pasado y presente marca la indisoluble unidad del presente, y por tanto esencia de esta joven realizadora, quien suma sus reflexiones sobre este diario de rodaje y analiza el rol de la mujer en estas comunidades de hombres que paradójicamente se constituyen en la única voz autorizada sobre la violencia de género.

No sólo los registros de la niñez se rescatan aquí. También las inconfesables angustias de su madre a este bebé por nacer, que se amalgaman a todo lo expresado. Un intenso collage de emotividad y movimiento.

Finalmente, dentro del Panorama Autores e integrante de la selección de la Cinemateca Online en próximas semanas (Junto a 16 Primaveras de Suzanne Lindon, ya reseñada en entregas anteriores) se advierte un muy original trabajo de Heinz Emigholz: el opus La Última Ciudad que tiene varios hallazgos en su haber: El film fue rodado en varios países: Israel (Beer Sheva); Grecia (Atenas); Brasil (San Pablo) Hong Kong (República Popular China) y cada uno de sus personajes salvo uno, se permite transitar por dos historias cambiando ropas, escenarios y personajes.

Esta es la modalidad elegida por Emigholz para reflexionar sobre armamentos, cosmovisión, tecnología, civilizaciones avanzadas, horrores de la guerra y responsabilidades no asumidas, homosexualidad y nuevo enfoque de la Iglesia en torno a hermanos amantes.

Todo este armazón en el cual cada personaje aparece en distintos escenarios mientras una misma acción transcurre le otorga a esta propuesta un dinamismo notable y una intensidad que se mantiene a lo largo de todo su derrotero.

Hasta el año que viene!!!

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